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Publicado 2020-11-17

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Cronos por Iván Salazar

Es una película mexicana de terror y fantasía, dirigida por Guillermo del Toro, es una de sus primeras obras y fue estrenada en 1993.

La película comienza mostrándonos un vampiro agonizando, quien también es un alquimista y creador de un objeto que aguarda en su interior un insecto, el cual otorga la eternidad a aquél que lo utiliza.

Posteriormente nos muestra la ciudad donde se llevará a cabo la película, presentando a Jesús Gris (Federico Luppi) un anciano dueño de una tienda de antigüedades, quien vive con su esposa y su nieta. Jesús tiene entre sus objetos, una figura de un ángel que guarda en su interior el aparato del Alquimista.

Por otro lado nos muestra a sus antagonistas; Ángel De la Guardia (Ron Perlman) quien es el sobrino de De la Guardia (Claudio Brook) un anciano moribundo en busca del aparato que lo lleve a la vida eterna.

De la Guardia se entera se entera de que probablemente el objeto se encuentra en la tienda de Jesús, así que manda a su sobrino a comprarlo; para este momento Jesús ya removió el objeto del Alquimista y a partir de aquí, la película continuará en la disputa por dicho objeto.

A pesar de usar continuamente el aparato, nos encontraremos con que el “monstruo” en que se convirtió Jesús, no desea convertirse en un especie de vampiro que bebe sangre y siente rechazo por la inmortalidad, mostrando así, su parte más humana, mientras De la Guardia que tiene una enfermedad terminal, hará lo imposible por obtenerlo, mostrando así, la deshumanización del antagonista.

Otro personaje de suma relevancia es Aurora, la nieta de Jesús, Aurora convive con su abuelo en la tienda de antigüedades y cuando lo ve convirtiéndose en vampiro, no le teme, al contrario, lo cuida y le da su amor incondicional; por el contrario, encontramos a Ángel de la Guardia harto de cuidar y ayudar a su tío enfermo, esperando su muerte para heredar todas sus empresas.

Cronos tiene una falta de ritmo en la historia y descuida un poco el desarrollo de los personajes, sin embargo, es una de las pocas narrativas mexicanas que manejan tantos perceptos religiosos y fantásticos, así como el constante toque de humor negro. Sin embargo, la película cuida el mensaje de la narrativa mediante los detalles, nos muestra un vampirismo bajo el ojo de Guillermo Del Toro, notorio en el deseo de sangre como pacto con la inmortalidad, en la reconstrucción de baúles como sarcófagos o el daño provocado por la luz, y nos muestra la humanidad en un “monstruo” mediante el rechazo a la inmortalidad como redención del alma y el aprecio por la vida, pero también por la muerte.

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