Artículo Old Boy


Publicado 2020-09-09



Old Boy por Iván Salazar

Old Boy es una película surcoreana dirigida por Park Chan-wook, la película se estrenó en Corea del Sur en 2003 y es la número dos en el listado de la “Trilogía de la venganza” de Park; cabe aclarar que estas películas no están conectadas en cuanto a su historia o personajes, pero sí en la perspectiva desde la que el director aborda la venganza.

La película nos introduce con una toma donde nuestro protagonista Oh Dae-su, está en la azotea de un edificio, sosteniendo de la corbata a un tipo que parece que quiere dejarse caer, posterior a la introducción tenemos una cambio de escena, donde Oh Dae-su está en la cárcel (con un visible cambio de imagen, un tipo que viste de camisa y tiene sobrepeso), tiene una actitud muy impertinente y a menudo insulta a los oficiales, un amigo suyo llega por él, ambos están en medio de una llamada y de pronto Oh Dae-su no aparece por ningún lado.

Oh Dae-su está secuestrado en lo que parece un cuarto de hotel con una televisión, con el transcurso de los meses pregunta cuánto tiempo más estará ahí, intenta no volverse loco; en televisión ve que mientras estuvo encerrado mataron a su esposa y es señalado como el principal culpable. Aquí nace su deseo de venganza, entrena y busca su salida arduamente para lograrlo; cuando está cerca de un escape, es drogado para dormir y amanece en la azotea del edificio con el tipo que intentaba suicidarse en la introducción.

¿Quién lo encerró?, ¿por qué lo hizo?, ¿por qué lo dejó salir?, a pesar de lo directo que es el director, que nos muestra todo al desnudo, hay mucha confusión y esto es destacable, ya que es un recurso del director para tener la misma información que tiene el protagonista, lo cual genera un ambiente de alta tensión, también cobra sentido la introducción y observamos cómo se va formando un complejo rompecabezas.

La película parece mal grabada, por momentos la cámara se mueve mucho y algunas imágenes no son tan claras, tienen el efecto de un VHS, todo va con total intención, contextualiza que pudo ser cualquier tipo común (como lo es Oh-Dae-su) y su sed de venganza haría surgir una fuerza implacable.

Otro detalle técnico son las tomas de izquierda a derecha, hay muchas tomas laterales donde Oh Dae-su va siempre a la derecha, el mensaje es claro, va a seguir avanzando y no va a descansar hasta llegar a su meta, esto se observa principalmente en una de las batallas más importantes entre Oh Dae-su y una pandilla de matones, (es algo irreal porque son muchos contra un uno) a menudo lo regresan y este hace lo posible por avanzar sin importar lo herido que pueda estar, también es visible el cambio de actitud del personaje, pues parece disfrutar la pelea.

Podría seguir hablando de infinidad de detalles técnicos que aportan a la narrativa de una pieza que cuenta con inagotables recursos, también de las soberbias actuaciones y la deconstrucción completa de un personaje a través de esta perspectiva de venganza, pero no terminaría nunca, así que cerraré esta reseña hablando del perfecto desenlace que tiene la obra y para no hacer spoiler me limitaré a decir que el final es algo inesperado que nos mantiene al filo, es muy crudo y muy fuerte y aunque por un momento no nos engancha y parece forzado, al final, refuerza la idea de otro impulso que puede llevarnos a hacer cosas increíbles, a la locura misma o a la peor sed de venganza: el amor.

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